Debido al contexto actual de crisis económica que afecta distintos sectores, entre esos el sector de la edificación que ha sufrido un descenso significativo, resulta necesario indagar en los aspectos positivos y negativos que ofrece la prefabricación respecto a la construcción convencional.
La evolución de los procesos de producción de elementos prefabricados se ha llevado a cabo a partir de dos puntos clave, mejorar los medios de producción y optimizar la organización de la misma. Una vivienda prefabricada es construida a partir de secciones que se elaboran con anterioridad, con altos estándares de calidad para certificar que los materiales cumplan con los cánones de seguridad.
Son muchas las ventajas que ofrece este tipo de construcción, entre esas la economía, pues son mucho más asequibles que una vivienda convencional, su tipo de ejecución es mucho más rápido y eficaz, son también personalizadas y ecológicas. Por su parte, una de las desventajas más significativas sería la financiación, ya que estas casas no cuentan con los créditos hipotecarios de la vivienda convencional y es necesario un mantenimiento especial, que requiere una previa asesoría, investigación y comparación para así garantizar la durabilidad de la vivienda.
En nuestro país, todavía hay creencias erróneas con respecto a este tipo de edificación, la desconfianza injustificada hacia las construcciones prefabricadas hace que los avances en la materia sean lentos.
